8 de julio de 2025
Peste de Justiniano: un estudio reveló que la primera pandemia registrada de la historia no comenzó donde se creía

El análisis de ADN antiguo y la revisión de fuentes históricas redefinen la evolución y expansión de una de las enfermedades más letales para la humanidad, según National Geographic
Según el análisis citado por National Geographic, la enfermedad se habría propagado primero hacia la India, y desde allí alcanzado el noreste de África y el Mediterráneo oriental mediante rutas marítimas del océano Índico y el mar Rojo. Esta hipótesis difiere de la versión tradicional, que situaba el foco inicial en Egipto o Etiopía.
Uno de los hallazgos clave fue la detección de ADN de Yersinia pestis en restos humanos encontrados junto al lago Issyk-Kul, en la actual Kirguistán, datados en los siglos II o III d.C. Este material genético permitió identificar un linaje bacteriano con gran diversidad, característico de una zona de origen, y no de una región donde la enfermedad habría llegado posteriormente.
Los investigadores sostienen que los reservorios animales que contenían la bacteria se ubicaban en esa región montañosa, lo que refuerza la hipótesis asiática y descarta que el patógeno permaneciera inactivo durante siglos en África.La Peste de Justiniano se extendió entre los años 541 y 544 d.C., durante el reinado del emperador Justinian o I, y provocó entre 25 y 50 millones de muertes en Europa, Asia y África.El brote afectó de forma profunda la estructura política, social y económica del mundo mediterráneo tardío, debilitando al Imperio bizantino y provocando una contracción demográfica sostenida.
El estudio reformula el origen geográfico de la primera gran pandemia documentada, ofreciendo una visión más compleja sobre la relación entre biología, geopolítica y comercio en la propagación de enfermedades.La investigación liderada por Grenet y Harper sugiere que los hunos blancos actuaron como agentes involuntarios en la expansión del patógeno al conectar regiones remotas de Asia con centros comerciales del sur de Asia. Este enfoque refuerza la idea de que las pandemias históricas no pueden comprenderse únicamente desde los síntomas o consecuencias, sino también desde las condiciones que hicieron posible su aparición y difusión.