23 de abril de 2025
El hallazgo de un nuevo asteroide binario sorprende a la NASA: las impactantes imágenes

La sonda Lucy identificó a este cuerpo celeste, el cual fue llamado como Donaldjohanson. Por qué su extraña anatomía abre puertas para entender el sistema solar y sus orígenes
Los científicos ya sospechaban que Donaldjohanson podría tener una forma peculiar. Observaciones previas habían detectado grandes variaciones en su brillo cada diez días, lo que sugería una rotación lenta e irregular. Esas pistas iniciales ahora cobran sentido con las nuevas imágenes, que confirman el carácter binario del asteroide y evidencian una topografía más compleja de lo esperado.
“Donaldjohanson tiene una geología sorprendentemente complicada. A medida que estudiamos las estructuras complejas en detalle, estas revelarán información importante sobre los componentes básicos y los procesos de colisión que formaron los planetas de nuestro sistema solar”, declaró Hal Levison, investigador principal de la misión Lucy, quien lidera el equipo desde el Southwest Research Institute (SwRI) en Colorado.Lo que parecía una simple roca espacial de unos 5 kilómetros de largo resultó ser aún más imponente.
Las primeras mediciones sugieren que su tamaño real es de más de 11 kilómetros de largo por 5 kilómetros de ancho, aunque la confirmación final llegará una vez que el equipo descargue y procese la totalidad de los datos.Donaldjohanson no solo sorprendió por su forma, sino también por su historia. Se estima que este objeto se desprendió de un asteroide mayor hace aproximadamente 150 millones de años.
Su morfología ofrece una ventana directa a los procesos de colisión y agregación que moldearon el cinturón principal de asteroides, una zona ubicada entre las órbitas de Marte y Júpiter; una región que funciona como una cápsula del tiempo espacial: conserva restos de los primeros materiales que formaron el sistema solar.Se usaron todos los instrumentos disponibles, incluido el generador de imágenes en color y espectrómetro infrarrojo L’Ralph, así como el espectrómetro de emisiones térmicas L’TES. La descarga de datos se extenderá por varias semanas y ofrecerá una imagen aún más detallada de la estructura y composición del asteroide.
El desempeño técnico también fue motivo de celebración. “Estas primeras imágenes de Donaldjohanson muestran nuevamente las enormes capacidades de la nave espacial Lucy como motor de descubrimiento”, señaló Tom Statler, científico del programa de la NASA.El éxito del sobrevuelo no es casual. Detrás de cada imagen y cada dato hay un entramado de instituciones, ingenieros y científicos que aportaron su conocimiento. La nave espacial fue construida por Lockheed Martin Space, mientras que la trayectoria orbital original y las operaciones de vuelo están bajo su responsabilidad.
El instrumento L’LORRI fue diseñado y fabricado por el Laboratorio de Física Aplicada de Johns Hopkins. El espectrómetro L’TES fue desarrollado por la Universidad Estatal de Arizona. El SwRI lidera la planificación científica y el procesamiento de datos. Todo este esfuerzo conjunto se enmarca en el Programa Discovery de la NASA, que gestiona el Centro de Vuelo Espacial Marshall desde Alabama.Aunque los ojos del mundo están hoy puestos en Donaldjohanson, la misión Lucy recién comienza a mostrar su verdadero alcance. La nave recorrerá durante todo 2025 el cinturón principal de asteroides. Pero su verdadero destino se encuentra más allá, donde ningún otro artefacto espacial llegó antes: los asteroides troyanos de Júpiter.El primer encuentro con uno de estos troyanos ocurrirá en agosto de 2027, cuando Lucy visite al asteroide Eurybates. A ese sobrevuelo le seguirán otros cuatro, distribuidos entre 2027 y 2033.
La expectativa es enorme, ya que nunca antes se ha observado de cerca uno de estos objetos. La posibilidad de estudiar su composición, morfología y dinámica orbital puede aportar respuestas clave sobre el origen de los planetas y la evolución de los cuerpos menores del sistema solar.Con el apoyo de diversos instrumentos científicos, la misión Lucy se encargará de analizar la geología, la composición, la densidad y la estructura de cada uno de estos cuerpos celestes, proporcionando información clave previamente desconocida sobre su formación y la evolución de nuestro sistema solar.