22 de abril de 2025
Quiénes son los cuatro cardenales argentinos que participarán de la elección del nuevo Papa y también pueden ser votados

Tienen menos de 80 años y forman parte del exclusivo grupo de 138 purpurados que integran el colegio cardenalicio. Todos fueron nombrados por Francisco
Sin dudas, de los cuatro cardenales que votarán al futuro Papa, el más cercano a Francisco es Víctor “Tucho” Fernández. Este cordobés de 62 años, fue elegido arzobispo titular de Tiburnia el 13 de mayo de 2013 por Francisco. Antes, el 15 de diciembre de 2009, asumió por decisión del entonces Jorge Bergoglio el rectorado de la Universidad Católica Argentina.
En junio de 2018 el Papa Francisco lo nombró arzobispo de La Plata y el 1 de julio de 2023 el Santo Padre lo nombró prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe. Es uno de los “ministerios” más importantes que tiene la Iglesia, al punto que Joseph Ratzinger llegó al trono de Pedro desde ese sitial. En el consistorio del 30 de septiembre de 2023, Víctor Manuel Fernández fue creado cardenal.El caso de Vicente Bokalic Iglic, de 72 años, tiene una importancia significativa. No solo porque el papa Francisco lo nombró cardenal, sino porque también lo nombró arzobispo de Santiago del Estero y primado de la Iglesia Católica Argentina.El 23 de diciembre de 2013, Bokalic fue designado por el Papa Francisco como obispo de la diócesis de Santiago del Estero, sucediendo a Francisco Polti Santillán. Y en octubre pasado recibió el birrete cardenalicio.
Ángel Sixto Rossi es una de las piezas clave de la Iglesia Católica en Argentina. Integra la decisiva vicepresidencia primera de la Conferencia Episcopal (CEA), que está a cargo de las tareas más ejecutivas del organismo que reúne a los obispos. De 66 años, fue elegido arzobispo de Córdoba en 2021 por el papa Francisco.Por último está el cardenal Mario Poli, de 77 años, arzobispo emérito de Buenos Aires. Había sido ordenado obispo en 2002 en la Catedral de Buenos Aires por el entonces cardenal Jorge Mario Bergoglio y trasladado como obispo de Santa Rosa en 2008. En marzo de 2013 el papa Francisco lo promovió a arzobispo de Buenos Aires, como su sucesor en el cargo que había dejado antes de ser electo Papa.