4 de noviembre de 2025
Condenaron a 17 años de prisión a un cuidacoches por matar a tiros a un joven en Rosario

El ataque ocurrió el 9 de mayo de 2022 en la puerta de la casa de la víctima, ubicada en el barrio Alvear
La investigación, dirigida por el fiscal Lisandro Artacho, llegó a consolidar una serie de pruebas contundentes contra el acusado, tanto por testimonios directos como por pericias forenses.
A pesar de los intentos de la defensa por desligar a Basualdo, el Tribunal evaluó las pruebas reunidas a lo largo de la causa y determinó que el acusado disparó cinco veces hacia Barboza.
Dos testigos claves, amigos de la víctima, declararon que, mientras jugaban videojuegos en el fondo de la vivienda, escucharon cómo alguien llamaba a la puerta. “Negrito, ¿todo bien? ¿Está el Isma?”, preguntó una voz reconocida por su tono y el particular lunar en el rostro, detalle que luego ayudó a identificar a Basualdo como el tirador.
Al salir, Barboza recibió tres impactos de bala en el tórax y, tras trastabillar hacia el interior, murió frente a sus amigos y familiares.De acuerdo con el relato del fiscal, la casa de la víctima había sido allanada por una investigación vinculada a la banda narco liderada por Máximo Ariel “Viejo” Cantero, líder histórico del clan de Los Monos. Incluso la madre y una de las hermanas de Barboza continuaban detenidas como supuestas integrantes de esa red, aunque en el juicio no se demostró una conexión directa entre ese contexto y el motivo del crimen.
A pesar del cúmulo de elementos en su contra, Basualdo nunca admitió su responsabilidad ante el tribunal. Durante la audiencia, intentó deslindar su participación, argumentando que el verdadero homicida estaba ubicado detrás de él en la escena o alegando que debió huir por temor pese a su inocencia.En la causa judicial se destacó que el homicida y la víctima sostenían una disputa previa, aunque no quedó claro en el debate el origen ni la magnitud del conflicto. En ese sentido, se mencionó a una posible “bronca” entre ambos, pero la Fiscalía subrayó que el entorno narco de la víctima no constituyó un elemento determinante, apenas un telón de fondo sin incidencia directa en la motivación del asesinato.


