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22 de septiembre de 2025

La “maldición” que persigue a los ganadores del Balón de Oro el año previo a la Copa del Mundo

Existe una tendencia histórica que golpeó a íconos del fútbol en la antesala del Mundial tras haber logrado el galardón de la revista France Football

>La “maldición” del Balón de Oro vuelve a ser noticia en la antesala de la Copa del Mundo que se jugará el año próximo en Estados Unidos, Canadá y México. Karim Benzema, último ganador del prestigioso galardón en la previa del Mundial de Qatar 2022, quedó fuera del torneo por una lesión y reforzó una tendencia que se extiende por más de seis décadas en el fútbol internacional.

Desde su instauración en 1956, el premio que otorga la prestigiosa revista France Football es sinónimo de excelencia individual, pero rara vez logró coincidir con la gloria máxima a nivel de selecciones. A lo largo de la historia, la mayoría de los galardonados vio frustrada sus aspiraciones en la máxima cita del fútbol en el mundo, ya sea por eliminaciones tempranas, finales perdidas o, como en el caso más reciente, por lesiones que les impidieron siquiera participar del certamen.

El último caso del delantero francés ilustra la vigencia de este fenómeno. Tras una temporada sobresaliente con el Real Madrid, en la que fue protagonista en la UEFA Champions League (con actuaciones clave ante PSG, Chelsea y Manchester City), el atacante recibió el Balón de Oro y se perfilaba como una de las grandes figuras del Mundial en Medio Oriente, que se jugó a mediados de la temporada en Europa (diciembre) debido a las altas temperatuas en Qatar durante el verano. A pesar de eso, una lesión muscular en el cuádriceps izquierdo, sufrida a pocas horas del inicio del torneo, lo marginó de la lista final de Deschamps y le impidió romper el maleficio que parece perseguir a los ganadores del premio.

La historia de la “maldición” se remonta al Mundial de 1958, cuando Alfredo Di Stéfano, entonces reciente ganador del premio, no pudo disputar el campeonato en Suecia debido a la eliminación de España en la fase de clasificación. En esa misma edición, el Balón de Plata, Billy Wright, vio a Inglaterra despedirse en la primera ronda, mientras que el Balón de Bronce, Duncan Edwards, falleció en la tragedia de Múnich. En 1962, Omar Sívori, tras brillar en la Juventus y recibir el galardón, defendió a Italia en Chile, pero su equipo quedó fuera en la fase de grupos. Casos similares se repitieron con figuras como Eusebio en 1966, quien llevó a Portugal a semifinales pero no logró el título, y Gianni Rivera en 1970, que perdió la final con Italia ante el Brasil de Pelé.

Lo sucedido en el Mundial de 1974 es uno de los ejemplos más emblemáticos: Johan Cruyff, considerado el mejor jugador del mundo del momento, lideró a Países Bajos hasta la final, pero cayó ante Alemania Federal. Cuatro años más tarde, Karl-Heinz Rummenigge, doble ganador del Balón de Oro, también perdió la final con Alemania frente a Italia en España 82.

La década de los 80 y 90 continuó con la tendencia: Michel Platini, tras dominar el premio en tres ocasiones (83 al 85), no pudo superar a Diego Maradona en México 1986. En la misma línea, Marco Van Basten, tras su consagración en el Milan, se despidió en octavos de final en Italia 1990 con la Naranja Mecánica, y Roberto Baggio falló el penal decisivo en la final de 1994 tras recibir el galardón.

La apertura del Balón de Oro a jugadores no europeos en 1995 no alteró la dinámica. Ronaldo Nazario, tras ganar el premio en 1997, llegó a la final de Francia 1998, pero un colapso nervioso previo al partido lo dejó sin posibilidades de brillar. Michael Owen, galardonado en 2001, no pudo llevar a Inglaterra más allá de los cuartos de final en Corea-Japón 2002. Cuatro años más tarde y tras un espectacular 2005, Ronaldinho se despidió junto a la selección de Brasil en los cuartos en Alemania 2006.

Algunas excepciones rozaron la gloria, como Zinedine Zidane, quien fue Balón de Bronce en 1997 y campeón mundial con Francia en casa un año después, o el propio Xavi, tercero en la votación de 2010 y campeón en el único Mundial que se llevó a cabo en el continente africano. Sin embargo, la coincidencia exacta entre la obtención del Balón de Oro y la consagración mundialista sigue sin concretarse.

Este lunes, el trofeo brillante volverá a estar en manos del que para muchos será el mejor jugador del mundo tras ser nominado como tal. ¿Candidatos? Ousmane Dembélé, campeón de la Champions League con el PSG, el español Lamine Yamal y su compañero del Barcelona, el brasileño Raphinha, están en el tope de la lista. El ganador, que se quedará con los flashes durante el encuentro en el Theatre du Chatelet de París, tendrá la tarea de revertir una maldición que parece marcar la historia del premio.

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