23 de junio de 2025
Por qué es tan importante el Estrecho de Ormuz y cómo podría afectar su cierre al comercio mundial

El Parlamento iraní aprobó una moción para bloquear la vía por donde transita el 20% del petróleo mundial. Analistas advierten que el galón de gasolina podría aumentar varios dólares si se concreta el cierre
Según datos de la Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés), en el primer trimestre fiscal de 2025 transitaron por allí casi 15 millones de barriles diarios de crudo y condensado, además de 8 millones de barriles de productos petroleros. Esto representa aproximadamente el 20% del comercio mundial de petróleo.
Aunque Irán no es el principal exportador a través del Estrecho —ese rol lo desempeña Arabia Saudita— su ubicación geográfica le otorga un control estratégico sobre la vía. Si se concreta el cierre, los mercados asiáticos serían los más afectados, pero Estados Unidos también sufriría consecuencias: cerca de 2 millones de barriles diarios de crudo con destino al país pasan por esa ruta.
Especialistas anticipan un alza abrupta de precios. “El cierre del Estrecho podría provocar un aumento inmediato del 30 al 50% en los precios del petróleo”, explicó Marko Papic, estratega jefe de BCA Research a Newsweek.Greg Kennedy, director del Economic Conflict and Competition Research Group en el King’s College London, advirtió que el efecto no será solo regional. “No es un acto limitado al Golfo, tiene repercusiones estratégicas globales”, señaló.
Por su parte, el analista Brian Krassenstein alertó que “si se cierra el Estrecho, el precio de la gasolina en Estados Unidos podría alcanzar entre 5 y 7 dólares por galón, dependiendo de la duración del bloqueo”.La situación también podría desencadenar un efecto dominó en los mercados financieros.
Papic explicó que un shock petrolero de esta magnitud podría alterar el comportamiento de inversión de las empresas estadounidenses, impactar el gasto de capital y debilitar la confianza en la economía, afectando tanto al mercado laboral como al bursátil.En esa línea se pronunció el secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, quien animó al régimen chino, aliado de Teherán, a interceder para evitar que la República Islámica bloquee el Estrecho.
“Animo al gobierno chino en Pekín a que les llame al respecto, porque dependen en gran medida del estrecho de Ormuz para su petróleo”, dijo en diálogo con Fox News. Y agregó: “Si lo hacen, será otro terrible error. Es un suicidio económico para ellos si lo hacen. Y tenemos opciones para afrontarlo, pero otros países también deberían tenerlo en cuenta. Perjudicaría a las economías de otros países mucho más que a la nuestra”.Tras los ataques a las instalaciones nucleares de Isfahán, Fordow y Natanz, Irán evalúa sus opciones. Mientras tanto, decenas de petroleros intentan salir del Estrecho, según alertó el inversionista Spencer Hakimian en X. “Hay cerca de 50 grandes buques tratando de abandonar la zona. La industria espera un bloqueo inminente”, escribió.En respuesta, el presidente Donald Trump advirtió en su plataforma Truth Social: “CUALQUIER REPRESALIA DE IRÁN CONTRA ESTADOS UNIDOS SERÁ RESPONDIDA CON UNA FUERZA MUCHO MAYOR QUE LA PRESENCIADA ESTA NOCHE”.
Ante este escenario, no se descarta una respuesta militar de Estados Unidos y sus aliados para garantizar la seguridad de la navegación comercial, en un contexto donde los márgenes de error pueden ser catastróficos.Durante años, el régimen persa ha amenazado en reiteradas oportunidades con bloquear este paso como represalia ante las sanciones internacionales en su contra. Pese a esas amenazas, Teherán siempre ha evitado cerrar el Estrecho incluso en épocas de alto conflicto, como durante la guerra con Irak en los años 80.
A pesar de la importancia estratégica del Estrecho de Ormuz para el comercio global de crudo, varios países productores han tomado medidas para diversificar sus rutas de exportación y reducir su exposición a posibles bloqueos, según fuentes del sector.En el caso de Arabia Saudita, la opción de evitar el Estrecho de Ormuz y el sur del Mar Rojo queda sustanciada en un oleoducto de 1.200 kilómetros, que, atravesando el país, conecta regiones productoras con una terminal en el Mar Rojo para redirigir envíos hacia Europa.
Irak, desde el cierre de su oleoducto hacia el Mediterráneo, depende por completo de las instalaciones portuarias de Basora para exportar su petróleo, precisando necesariamente la utilización del Estrecho para todos sus envíos.
Sin embargo, la coyuntura actual es inédita, y la comunidad internacional observa con atención.