29 de mayo de 2025
Tres grandes marcas de ropa bajaron sus precios hasta 40% tras la suba de las importaciones y la baja de aranceles

Las empresas buscan adecuarse al nuevo régimen arancelario y las flexibilizaciones para comprar en el exterior, en un marco de ventas deprimidas
La marca cuenta con 69 locales exclusivos, más de 70 puntos de venta mayoristas y venta online.
También, Federico Álvarez Castillo, dueño de Etiqueta Negra y Gola, informó: “Bajamos nuestros precios en función a la reducción de aranceles a la importación”. “Decidimos bajar los precios. Nos adecuamos a la nueva normativa arancelaria y se lo trasladamos al consumidor”, dijo también.El empresario refiere a la baja anunciada por el Gobierno hace algunas semanas: las alícuotas pasaron del 35% al 20% para indumentaria y calzado, del 26% al 18% para tejidos, y del 18% al rango de entre 12% y 16% en hilados.Días atrás, por ejemplo, una remera de cuello redondo de algodón valía $79.000 y ahora cuesta $76.000. Pero en promedio la reducción es del 10%.Más allá de estas reducciones permanentes, distintas marcas ya venían aplicando descuentos agresivos y cuotas sin interés para incentivar la demanda.
Cabe destacar que la Fundación Pro Tejer informó que las importaciones de indumentaria y textiles alcanzaron un máximo histórico en el primer trimestre del año, con subas interanuales en volumen del 86% y 109%, respectivamente.Actualmente, el 67% de las prendas consumidas en el país son de origen importado, el valor más elevado de la serie, mientras que las de producción local representan el 33 por ciento.
En el caso específico de la indumentaria vendida en shoppings, el 75% es de procedencia extranjera.“El retroceso se comienza a traducir en el cierre de empresas, pérdida de empleo y de eslabones clave dentro de la cadena de valor y una racionalización forzada del sector que opera en condiciones desfavorables, mientras compite con productos importados favorecidos por la política económica, con consecuencias negativas para el alto grado de desarrollo tecnológico alcanzado y en la inversión futura, profundizando la dependencia externa”, sostuvieron.
Ante las críticas por los precios elevados y la inviabilidad de la fabricación local, en Pro Tejer indican que el 80% del precio que abona el consumidor final por una remera marca premium en un shopping “está vinculado a costos que nada tienen que ver con la producción, el diseño y la rentabilidad de la industria y de la marca”.