23 de abril de 2025
Quién es el cardenal Kevin Farrell, el hombre que administra el Vaticano tras la muerte del papa Francisco

El camarlengo ocupa un rol decisivo en el periodo de transición. Es quien resguarda la estabilidad institucional de la Iglesia hasta la elección del nuevo pontífice
Farrell llevaba poco tiempo en Roma. Llegó desde Dallas, Texas, donde se desempeñaba como obispo, convocado por el Papa para reorganizar la oficina vaticana de Laicos, Familia y Vida, un área clave en el proceso de reforma impulsado por Francisco. Tres años después de asumir esa responsabilidad, el pontífice le encomendó otra función cargada de simbolismo y tareas concretas: administrar el Vaticano durante la sede vacante y colaborar en la organización del cónclave.
Con la muerte de Francisco, ese momento llegó. El cardenal Farrell, estadounidense nacido en Irlanda, cumple ahora un papel clave. Su mandato incluye funciones ceremoniales, como certificar la muerte del pontífice, sellar sus aposentos y romper el anillo del Pescador, pero también responsabilidades administrativas.
Kevin Farrell nació en Dublín el 2 de septiembre de 1947. Ingresó a los Legionarios de Cristo en 1966 y recibió la ordenación sacerdotal en 1978. Se desvinculó de la congregación seis años más tarde, antes de que salieran a la luz las denuncias contra su fundador por abusos sexuales. Luego se incorporó como sacerdote diocesano en la Arquidiócesis de Washington, donde trabajó en parroquias y en áreas administrativas, especialmente en temas financieros.
En 2001 recibió el nombramiento de obispo auxiliar de Washington, bajo el entonces arzobispo Theodore McCarrick, y en 2007 pasó a ser obispo de Dallas. Durante su tiempo en Washington, nunca escuchó rumores sobre los abusos atribuidos a McCarrick, quien más tarde fue expulsado del estado clerical.Francisco no lo conocía en persona, pero sabía que hablaba español con fluidez por su paso por México y que, tanto en Washington como en Dallas, colocó laicos profesionales al frente de áreas clave de la gestión diocesana.
El Papa buscaba aplicar ese mismo modelo a nivel central, y le pidió que dirigiera la nueva estructura del Vaticano para los laicos, la familia y la vida.Hoy, Farrell ocupa ese rol decisivo en el periodo de transición. Es quien resguarda la estabilidad institucional de la Iglesia hasta la elección del nuevo pontífice. Con equilibrio entre lo litúrgico y lo operativo, conduce el proceso que marcará el fin del pontificado de Francisco y la apertura de un nuevo capítulo en el Vaticano.