21 de abril de 2025
18M, cuenta regresiva: la elección que concentró la atención del sistema político y marcará la relación LLA-PRO

Los comicios porteños dirimen la disputa entre Milei y Macri, pero también las reglas de juego de las negociaciones en territorio bonaerense. Moderado optimismo en la capital. El antecedente Kirchner-Duhalde
El ex presidente y jefe del PRO entendió rápidamente la seriedad de la disputa y se puso al frente de la campaña con recorridas diarias y el apuntalamiento de una lista y una candidata, como Lospennato, que tiene una trayectoria muy profesional en el Congreso pero que nunca había tenido la responsabilidad de encabezar una campaña, mucho menos una tan agresiva y decisiva como la del 18M.
Macri enfrenta un dilema. Lleva sobre sus hombros la obligación de sostener al PRO en el distrito insignia, su casa matriz, frente a un electorado que durante años elogió y apoyó la gestión macrista en todas sus versiones pero que ahora está repartido por la irrupción de un espacio, como La Libertad Avanza, que corrió a los amarillos del centro de gravedad del tablero de la centroderecha. El ex presidente es consciente de esa disyuntiva. Lo palpó en persona en la semana, en una panadería de Villa Pueyrredón, en una especie de focus group de menos de dos minutos por el que los partidos gastan millones de pesos.“¿Y cómo viene la venta, también a vos te está pegando, porque todos acá me dan un panorama terrible?”, preguntó Macri. “Está tranquilo, muy tranquilo”, respondió una de las panaderas. “¿Está demasiado tranquilo?”, insistió el ex presidente.- “¿De vuelta, cuánto?”
- “Los huevos, de 55.000 el cajón lo estoy pagando 75.000″.- “La harina aumentó, una locura...”.
El intercambio fue subido por el propio Macri a sus redes sociales. Después de la breve pero contundente catarsis por la caída del consumo el impacto de la corrección cambiaria de estos días en los precios, la dueña del local lo despidió así: “Mauricio, acompáñelo a Milei, a ver si salimos de esta”. “Estoy intentando, se tiene que dejar acompañar a veces, ¿no?”, retrucó Macri.Es la muletilla que el jefe del PRO repite desde hace tiempo, que profundizó en el último mes: “No se deja acompañar” o “Javier está mal rodeado”. Y que exhibe la dificultad del ex mandatario para posicionarse respecto del gobierno.En la última semana, en el campamento del PRO recobraron un moderado optimismo. “Estamos donde queríamos estar en esta fecha, con el amarillo PRO, con todos los Macri. Hay una demanda de la marca. Somos la pista de aterrizaje del voto blando de La Libertad Avanza”, se entusiasmaron los estrategas, liderados por María Eugenia Vidal, la jefa de la campaña, y el asesor catalán que esta semana presentó un descargo, a través de sus abogados, en la oficina de Migraciones para que revisen el sorpresivo y absurdo trámite del gobierno por su residencia. Disparatado: el consultor tiene DNI argentino.
En el PRO se entusiasman, en ese contexto, con un dato particular del calendario: cuatro días antes del 18M, el INDEC deberá publicar la inflación de abril que, se supone, no debería ofrecer buenas noticias para el Gobierno. Ese domingo, para los Macri la buena noticia sería terminar arriba de La Libertad Avanza, aún cuando eso implique perder con el peronismo.
Es el objetivo principal del jefe de Gobierno y del ex presidente. En este último caso, para sentarse a la mesa de negociaciones con el Gobierno de cara al acuerdo que LLA y el PRO pretenden entablar en territorio bonaerense, y que está muy atado a la elección de la capital. Un triunfo de los Macri por encima del gobierno implicaría no solo una bocanada de oxígeno ante la crisis partidaria que enfrenta el ex presidente, y que amenaza sus intereses históricos en la ciudad, sino la correlativa derrota de los Milei, en especial de la hermana presidencial, que viene de salir tercera en la agriada elección de Santa Fe.El desdoblamiento electoral introducido por Axel Kicillof, y la suspensión de las PASO provinciales, que terminará por convalidarse a mediados de semana en la Legislatura, le dieron un respiro a las negociaciones entre el gobierno y el PRO en ese distrito. “Ahora miramos la elección de la ciudad con pochoclos, un poco más tranquilos”, ironizó un dirigente bonaerense amarillo. El corrimiento del calendario provincial estiró los tiempos. Pateó para más adelante una discusión que se había acelerado en las últimas tres semanas, con múltiples reuniones cruzadas entre Karina Milei, Sebastián Pareja y los Menem, de un lado, y Cristian Ritondo, Diego Santilli y Guillermo Montenegro, del otro.
En medio de ese freno en las negociaciones, Ritondo se mostró a mediados de semana en una particular foto, rodeado de dirigentes de su riñón, de la capital y de la Provincia. Una reunión que realiza el jefe del bloque del PRO en Diputados y jefe del PRO bonaerense de manera habitual, aunque esta vez decidió exhibirla a través de una imagen. “¿Cuál es la lectura? Que Cristian es el único dirigente que habla con Milei y con Mauricio”, explicó alguien de su entorno.En efecto, el diputado es el interlocutor principal de los Milei para un potencial acuerdo bonaerense, y cada movimiento que realiza en esa dirección tiene el aval de Macri, que necesita un buen resultado el 18 de mayo para no perder influencia en esa mesa de negociaciones. Más allá de que el Gobierno ya advirtió que no quiere un acuerdo entre cúpulas, como se había previsto hacia fines del año pasado, antes de que la relación entre el Presidente y su antecesor implosionara.En la cúpula del PRO saben de las intenciones de los Milei. “La decisión en Provincia es si vamos juntos o si va La Libertad Avanza con dirigentes del PRO. Hasta ahora, la decisión es que el PRO se mantenga fuerte. La prioridad hoy es la ciudad, y tenemos que darnos una discusión sobre el rol que pretendemos para el PRO en la Provincia”, razonaron desde la cúpula partidaria. ¿Y Ritondo, que oscila entre un bando y el otro? “Cristian va a cumplir con la responsabilidad siendo presidente del partido”, abundaron.
En la cúpula amarilla aseguran, además, que “Milei no ofrece una coalición: solo rendición y sumisión”.Ahora el territorio es mucho más crucial y los intendentes tienen mayor injerencia. No habrá boleta única, sino la boleta partidaria de siempre. En ese sentido, el PRO tiene ventaja porque cuenta con una liga de intendentes que, por ejemplo, no tiene LLA. Y candidatos, a priori, mucho más taquilleros para sentarse en ventaja en la mesa de negociaciones. Se menciona, por caso, a la hermana de los mellizos Barros Schelotto en la octava sección, o al propio Santilli, que no quiere saber nada con postularse en una boleta provincial.
A diferencia de la capital, la competencia por la Legislatura provincial ofrece un atractivo extra: la posibilidad de ser electo, pedir después licencia, ser reemplazado y aún así mantener los fueros. Hay algunos casos vigentes. “Acá en La Plata somos 92 diputados y hay casi 100 fueros”, dijo, risueño, un experimentado legislador.