Lunes 1 de Septiembre de 2025

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1 de septiembre de 2025

En la semana previa a la elección bonaerense, el mercado mostrará su reacción a las recientes intervenciones del gobierno

El descubrimiento de operaciones del Tesoro para bajar al dólar cayó mal entre los inversores y habría más presión sobre la divisa de EEUU

>La semana que terminó tal vez fue la peor que atravesó el gobierno en los mercados. Pero la que comienza hoy puede ser la más candente, porque salió a la luz un dato no informado que detectaron consultoras y economistas. La caída de los depósitos oficiales en dólares fueron de USD 354 millones entre el 11 y 27 de agosto. Resta saber que pasó el jueves y viernes.

Los bancos no pueden aumentar su posición de moneda neta del último día hábil del mes respecto del día anterior ¿Cuál es el sentido de la medida?

Con esta medida el BCRA obligó a los bancos a pagar más cara la cobertura. Durante todo agosto, la entidad fue vendedora de dólares para evitar que a fin de mes suba. Llegado el último día hábil del mes, pateó la mesa y cambió las reglas, pero no el nombre del juego. Mientras fue vendedor de futuros, obligó a los operadores a vender dólares billetes a exportadores y empresas en el Mercado Libre de Cambios (MLC) para las operaciones con el exterior.

La movida fue analizada por varios estudios y analistas.

La consultora 1816 indicó que en las 11 ruedas que pasaron entre el 11 de agosto y el 27 de agosto los depósitos en dólares del Tesoro en el Banco Central bajaron USD 354 millones. “Hasta hace un par de ruedas pensábamos que el descenso sostenido quizás se explicaba por el pago de obligaciones con organismos internacionales (considerando que el Tesoro enfrentaba pagos con el BID, el BIRF, la CAF y otros organismos por un total de USD 208 millones entre el 12 y el 21 de agosto), pero las últimas cifras son un fuerte indicio de otra cosa”, señaló el viernes en un informe.

“Con los datos publicados a última hora del viernes -dice el informe- ya van 4 de esas 11 ruedas en las que sucede algo muy peculiar, que difícilmente sea casualidad: la caída de depósitos en dólares del Tesoro en el Central coincide de manera exacta con el aumento de depósitos en pesos del Tesoro en el Banco Central. No podemos confirmar totalmente a partir de esto que el fisco haya estado vendiendo divisas (en el MULC y/o en el MEP), pero no encontramos otra explicación para que, en reiteradas oportunidades, el Tesoro pierda dólares y sume pesos por un monto diario equivalente a las operaciones de esas 4 ruedas que mencionamos que suman USD 133 millones, pero no podemos descartar que las ventas hayan sido superiores, dada la caída de depósitos, que alcanzó los mencionados USD 354 millones al 27 de agosto (no hay aún datos del jueves y viernes). Hasta aquí el Gobierno venía interviniendo indirectamente en el valor del dólar vía una política monetaria extremadamente contractiva (con tasas reales no vistas en décadas), vía el mercado de futuros (vencido el contrato de agosto, suponemos que al cierre de hoy el BCRA quedó short en unos USD 5.200 millones) y vía regulaciones (encajes, cambios en posición de contado de bancos, etc.). Las aparentes ventas oficiales en el spot no son más que otro hito que refleja que la prioridad absoluta del Gobierno es llegar a la elección con un tipo de cambio tranquilo”.

F2, de Andrés Reschini. señaló: “esto indica que entre el herramental que el Gobierno utilizó para contener la presión cambiaria pudo haber estado también la venta de divisas por parte del Tesoro. Por sí solo no es un dato preocupante dado que lo más probable es que se haya tratado de una intervención cercana el 2,5% de la oferta acumulada en el Mercado Libre de Cambios (MLC) para el período en cuestión. Pero el tema toma algo más de relevancia dado que habrían echado mano a “la vaca sagrada” y esto es un dato sensible para el inversor ya que debilita la mayor señal de capacidad de pago que tiene el Gobierno que son sus depósitos en moneda extranjera, habida cuenta de que no hay un acceso fluido al mercado internacional de crédito (tomando como último antecedente a los BONTE 2030). Este dato traerá más presión a la última semana de cara a los comicios en PBA”.

FMyA, de Fernando Marull, advirtió: “si no salen bien las elecciones de la provincia de Buenos Aires, las semanas siguientes reforzarán este esquema con tasas más altas (¿a 80%?), venta de futuros (quedan USD 3.000 millones para vender), encajes, buscando contener una suba del dólar que podría ir a buscar la banda superior de $1.460; donde recién ahí pueden vender los USD 14 mil millones del FMI. Como venimos diciendo: todo esto es estrategia de corto plazo. Falta una semana y el mercado llega pesimista a las elecciones”.

Para EconViews la consultora que dirige Miguel Kiguel, “el oficialismo apuesta todas sus fichas a un buen resultado en las legislativas. En la Rosada hablan de un 42–45% de los votos, suficiente para consolidar apoyo político y disparar un rally financiero con ingreso de capitales, baja del riesgo país y acumulación de reservas. Pero para eso hace falta llegar a las urnas con buen momentum. Y ahí está la preocupación: la imagen del gobierno se viene deteriorando, a contramano de lo que sucedía con Macri en la previa a las legislativas de 2017. Detrás de esto hay dos factores. En primer lugar, un problema de confianza impulsado por errores en la política económica, especialmente por la desaparición de una tasa de política monetaria que encendió una volatilidad nunca vista en las tasas de corto plazo. En segundo lugar, un electorado que empezó a sentir el enfriamiento de la actividad en los bolsillos, y ya no se sorprende por buenos datos de inflación”.

El informe agrega que “parte de la volatilidad podría calmarse después de octubre con un nuevo régimen monetario más convencional, pero en el corto plazo las tensiones de fondo seguirán presentes. La estabilidad cambiaria y la desinflación dependen de una medicina muy dura: tasas altísimas y un freno marcado en la actividad. En algún momento, el Gobierno tendrá que decidir si se anima a un giro hacia un esquema más balanceado, con menos tasas, un peso más débil y algún margen para que la economía respire. Porque, en el fondo, el problema cambiario nunca dejó de estar. Pero empieza a aparecer la duda sobre qué pasaría si el escenario optimista no se concreta, ya que el plan “B” es un misterio. El riesgo es que, después de octubre, no haya ni un resultado contundente ni una hoja de ruta clara, lo que mantendría la presión sobre el dólar y la deuda”.

Según EconViews, “la buena noticia es que hoy la economía luce menos vulnerable a una devaluación que en el pasado: el pass through (traslado a precios) es más bajo y la inflación está más anclada. Y, sobre todo, no se ve riesgo de una crisis financiera traumática. Habrá turbulencia, seguro, pero no un colapso bancario ni un default inminente. En definitiva, la Argentina se prepara para unas elecciones que definirán no solo el rumbo político, sino también el margen económico. Entre escándalos, tasas imposibles y un dólar inquieto, lo único garantizado es que el camino hacia octubre no será aburrido”.

El Bitcoin no estuvo ausente en los informes. La caída de las criptomonedas es noticia. Anoche el Bitcoin estaba por romper el piso de 109.000 dólares. Según la consultora Buenbit. “el mercado cripto atraviesa una semana marcada por fuertes liquidaciones, presión vendedora extendida y un sentimiento de cautela entre los inversores institucionales. Bitcoin, tras marcar un récord histórico en agosto, no logró sostener niveles clave y corrigió más de un 10%, arrastrando al resto de las altcoins. La dinámica actual refleja un escenario de aversión al riesgo típico de fin de trimestre y previo a setiembre, un mes históricamente negativo para los activos digitales. Más allá de la corrección, el mercado institucional mantiene señales de resiliencia: los flujos hacia los ETF spot de Bitcoin en EEUU continúan positivos, lo que contrasta con la fragilidad del segmento de futuros y con la presión bajista en Ethereum y XRP. El telón de fondo macroeconómico, con la expectativa de un recorte de tasas de la Reserva Federal en setiembre, aporta un componente clave para la dirección del mercado en las próximas semanas”.

Sobre las expectativas de Wall Street, Buenbit indicó que “el mercado quiere creer en setiembre como el inicio de un ciclo de recortes de tasas, pero los fundamentos cuentan otra historia: la economía sigue fuerte, la inflación no está controlada y las condiciones financieras son favorables. Si la Reserva Federal (FED) decide recortar, lo hará más por presión política y por un enfoque preventivo que por una necesidad real. Para el inversor, la lección es clara: el estímulo de la FED puede empujar aún más arriba a las acciones, pero estar sobreexpuesto a ese único driver es un riesgo innecesario. El valor se encontrará en selección activa, diversificación global y exposición a activos reales, pilares que permiten navegar un mercado donde la política monetaria es solo una parte de la ecuación”.

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