18 de agosto de 2025
Escándalo en un control de alcoholemia con una mujer que había cruzado en rojo, chocó y mató

No manejaba la imputada por homicidio culposo, pero cuando la reconocieron por la muerte de Elizabeth Martínez hace poco más de 15 días se produjeron los incidentes
Las agresiones comenzaron con insultos hacia la mujer y derivaron rápidamente en violencia física. “De los insultos pasaron a los golpes, ya que le dieron varias trompadas”, indicaron fuentes vinculadas al procedimiento.
Pese a los incidentes, no se registraron lesiones de gravedad ni detenciones, aunque se abrió una investigación para determinar la responsabilidad de quienes participaron en las agresiones.
La reacción de los vecinos se explica en parte por la repercusión del caso que involucra a C.S.S., quien el pasado 1 de agosto cruzó un semáforo en rojo y atropelló a Elizabeth Martínez, trabajadora de 53 años que circulaba en una motocicleta Mondial 110 c.c. con luz verde habilitante.De acuerdo a lo expuesto por la fiscal Guadalupe Inaudi, la acusada manejaba un Volkswagen Vento cuando no respetó la señal. Tras embestir a la motociclista, se dio a la fuga sin brindar asistencia ni dar aviso a los servicios de emergencia. Horas después se presentó en la sede policial de Neuquén. Además, no tenía licencia vigente, ya que se le había quitado en un incidente previo.
La imputación formal recayó sobre la mujer por homicidio culposo agravado, en calidad de autora. La fiscalía sostuvo que la acusada incurrió en una conducción imprudente, violó la señalización, no prestó auxilio y circulaba sin habilitación. También se le atribuyó la figura de culpa temeraria como agravante.El 27 de junio de 2024, la mujer había protagonizado otro accidente en la misma Ruta 7, cerca del ex peaje de Centenario. Viajaba con su hijo de un año cuando perdió el control del vehículo, impactó contra una rotonda y un poste de alumbrado. Ambos resultaron con lesiones graves.
El niño sufrió fracturas en brazo, pierna y cráneo, además de una herida cortante en la cabeza. Los peritajes determinaron que el asiento infantil no estaba correctamente colocado, que el vehículo circulaba a 91,4 km/h y que la conductora había ingerido alcohol. Ella misma admitió haber consumido vodka antes de conducir.El Derecho Penal, en estos casos, nada puede añadir para resolver el conflicto social producido por el delito”, señaló en su resolución, en la que también valoró la colaboración de la imputada con los equipos de protección de la infancia.