14 de agosto de 2025
El Gobierno enfrenta ahora otro desafío: evitar que se corte el proceso de desinflación

Ayer el dato positivo fue que el IPC Núcleo se mantuvo en niveles de 1,5%. El peligro de otro salto en agosto es que se diluya la expectativa de los inversores y las empresas respecto a un proceso de baja inflacionaria sostenido
El desafío que ahora enfrenta el equipo económico es evitar que se corte el proceso de desinflación que venía tomando velocidad desde mediados del año pasado y que incluso se consolidó en los primeros meses de 2025.
El problema es que el cambio de tendencia ya se volvería más evidente. Y por otra parte algunas consultoras reconocidas ya manifestaron en reuniones privadas que no esperan que la inflación se vuelva a acomodar rápidamente debajo de ese piso de 2% en septiembre o incluso en octubre. Este escenario puede jugar en contra de las expectativas de desinflación que aún mantiene la mayoría de las empresas y los inversores. Y eso puede dar lugar a más remarcaciones, si se espera que la inflación futura supere a la actual.
De esta manera, buscó acotar todo lo posible el impacto en precios por movimientos del tipo de cambio.
Se estima que al menos hasta las elecciones legislativas no habrá demasiados cambios en esta postura. Ayer el Tesoro pagó tasas de casi el 70% anual para refinanciar vencimientos de Lecap de corto plazo. Y anunció una nueva licitación para retirar los pesos excedentes que ayer no se pudieron absorber.¿Por qué entonces el Tesoro avala semejantes tasas? La explicación la dio el ministro de Economía, Luis Caputo, que considera que la situación de actual de stress se explica por el “riesgo kuka”, o el miedo de los inversores a que los kirchneristas vuelvan al poder.
Con ese razonamiento, el objetivo de corto plazo es reducir la presión sobre el dólar por parte de inversores que buscan cobertura con tasas muy atractivas. Es decir que “la codicia venza al miedo”, como expresó ya en 2002 el economista Mario Blejer cuando le tocó presidir el Banco Central.Para el Gobierno también es una dinámica insostenible, ya que la deuda en pesos crecería de manera significativa si se mantienen rendimientos reales que superan a la inflación en más de 40 puntos porcentuales como sucedió en la licitación de ayer.