4 de agosto de 2025
Presupuesto 2026: el Gobierno incluirá un análisis de riesgo fiscal y necesitará un superávit más alto por pagos de deuda

Forma parte de la hoja de ruta acordada con el Fondo Monetario. El organismo destacó que el equipo económico haya sostenido el ancla fiscal y anticipó cuáles serán los principales puntos de la reforma impositiva que se presentará a fin de año
A lo largo de su informe, conocido el viernes un día después de la aprobación de la primera revisión de metas, el organismo internacional sostuvo que alcanzar un superávit primario equivalente al 1,6% del PBI “es necesario para preservar la estabilidad financiera”. En ese marco, mencionaron que el Presupuesto 2026 “incluirá un marco fiscal de mediano plazo y una evaluación integral de riesgos”.
También se incorporarán los efectos de las reformas en marcha y el cierre definitivo de los fondos fiduciarios extrapresupuestarios. Uno solo de ellos quedaría a salvo: el fideicomiso que financia los subsidios a usuarios residenciales de gas de las zonas frías del país. Desde la aprobación del programa actual, se cerraron siete fondos fiduciarios adicionales, con lo que el total asciende a 29 sobre un universo de 32. El proceso, según destacó el staff del organismo, “avanza con mayor rapidez” y sigue alineado con el ancla fiscal.
El informe señala que unas políticas fiscales más estrictas “impulsarán el ajuste externo y aumentarán la acumulación de reservas”, al tiempo que reducirán la dependencia de la política monetaria. En ese sentido, eñ documento del FMI anticipó cuáles serán los puntos principales de la reforma tributaria que, se espera, sea presentada al Congreso luego de las elecciones legislativas. En ese sentido, enumeraron “simplificar y aumentar la equidad del sistema fiscal, racionalización del gasto tributario en el IVA, la revisión de impuestos especiales y la reducción de tributos distorsivos sobre el comercio y las transacciones financieras”. Las propuestas iniciales sobre estos cambios fiscales “se presentarán a finales de diciembre de 2025”, con el respaldo técnico del Banco Mundial y el BID, para su implementación en 2026. En materia de gasto, las autoridades buscarán preservar el ancla fiscal manteniendo al mismo tiempo “espacio para el gasto social prioritario y la inversión pública”. En ese sentido, se ratificó que continuarán reduciéndose los subsidios a la energía, con el objetivo de acercar las tarifas de electricidad y gas a los costos reales.Las reformas en gestión financiera pública apuntarán a “consolidar el control presupuestario” y “mejorar la administración de caja”. Esto incluye el cierre de los fondos fiduciarios restantes para diciembre de 2025, la extensión del sistema de información financiera a más organismos públicos, y la evaluación de las reformas en curso sobre su impacto en el empleo público y el gasto social.Finalmente, el staff del FMI sostuvo que serán necesarias reformas adicionales, entre ellas la revisión del régimen de coparticipación para alinear mejor los incentivos fiscales entre la Nación y las provincias, y reducir las rigideces presupuestarias. A su vez, se propuso fortalecer la credibilidad del ancla fiscal estableciendo por ley “una regla de déficit fiscal general cero” para finales de 2026, con la posibilidad de sumar con el tiempo elementos anticíclicos y anclas adicionales vinculadas a la deuda.