29 de julio de 2025
Decenas de vuelos resultaron afectados por un ciberataque en el aeropuerto Sheremétievo de Moscú
El Kremlin calificó de alarmante la operación que comprometió sistemas críticos de Aeroflot, mientras se intensifican las tensiones con Ucrania y crecen los desafíos en el sector aéreo ruso
La situación generó largas colas y esperas en Sheremétievo. Numerosos pasajeros denunciaron la falta de información, caídas intermitentes en la web de la compañía y la inoperatividad de las aplicaciones móviles durante varias horas. El Ministerio de Transporte y la Agencia Federal de Transporte Aéreo (Rosaviatsia) colaboran con Aeroflot para minimizar el impacto en los pasajeros y garantizar la mayor cantidad posible de operaciones.
Dos colectivos de hackers se atribuyeron la responsabilidad del ataque: Cuervo Silencioso (Silent Raven), de origen ucraniano, y los Partisanos Cibernéticos (Cyber Partisans), activistas digitales bielorrusos opositores al régimen de Aleksandr Lukashenko y aliados de la causa ucraniana. En un comunicado conjunto divulgado en Telegram y redes sociales, ambos aseguraron haber accedido de forma coordinada a los sistemas de Aeroflot para “interrumpir la logística del Estado terrorista ruso”. Las publicaciones incluyeron capturas de pantalla internas y mensajes donde celebran el alcance del sabotaje. “No habrá refugio seguro para quienes sostienen esta guerra desde la retaguardia”, afirmaron los grupos.Silent Raven, activo desde 2022, se ha distinguido por acciones de sabotaje digital en el contexto de la guerra rusoucraniana, dirigidas a instituciones financieras, portales estatales rusos y sistemas logísticos con sede en Moscú. Operan de forma descentralizada y su retórica se inscribe dentro de la resistencia digital ucraniana, que promueve operaciones ofensivas desde el inicio de la invasión.El Kremlin, a través de su portavoz Dmitri Peskov, calificó el incidente como “bastante alarmante”. Las autoridades rusas abrieron una investigación por “acceso ilegal a sistemas de información de importancia crítica para la seguridad del Estado”. Si bien Moscú evitó señalar oficialmente a Ucrania, la reivindicación reforzó las tensiones entre ambos países.
Desde febrero de 2022, Rusia enfrenta desafíos crecientes en el ámbito aéreo, que van desde restricciones internacionales hasta ataques con drones cerca de la frontera con Ucrania. Sin embargo, hasta ahora ningún ciberataque había provocado una interrupción de tal envergadura en el sector.