7 de noviembre de 2025
El peronismo intenta contener las versiones de ruptura en Diputados, pero no resuelve sus tensiones internas

Sus principales referentes coinciden en la importancia de sostener la unidad para enfrentar a Milei, pero algunos ven con buenos ojos la subdivisión en tres espacios que existe en el Senado. El foco en los movimientos de los gobernadores
Aunque tienen fuertes matices y hace tiempo no existe una conducción unificada, el peronismo logró atravesar los primeros dos años de gobierno libertario sin mayores fracturas. Las excepciones fueron el alejamiento de los tres diputados de Tucumán que responden al gobernador Osvaldo Jaldo y algunas votaciones disidentes o ausencias de diputados de Catamarca, Santiago del Estero y Neuquén que favorecieron a la Casa Rosada.
La campaña electoral tuvo un efecto amalgamador y hasta el peronismo tucumano compitió unificado contra los libertarios, pero la derrota electoral a nivel nacional -y particularmente la bonaerense- volvió a abrir viejas heridas. Ahora todos miran los movimientos de los diputados alineados con gobernadores que tendrán que negociar recursos con la Casa Rosada. También siguen con atención la evolución de la pelea entre Axel Kicillof y Cristina Kirchner. “El oficialismo va a intentar romper el peronismo, es la jugada lógica”, reflexionaba un importante referente del bloque que hasta el 10 de diciembre se seguirá llamando Unión por la Patria. Según su visión, Fuerza Patria obtuvo un 35% de los votos a nivel nacional con la promesa de ponerle un freno a Milei y la primera señal del peronismo no puede ser dividir el bloque de diputados. Por eso, dejaba entrever su malhumor ante las versiones de eventuales cambios en la bancada.En concreto, algunos sectores especulan con replicar el esquema del Senado, donde el interbloque peronista está conformado por tres espacios: el kirchnerismo (Unidad Ciudadana), los gobernadores y peronistas federales (Frente Nacional y Popular) y representantes de San Luis, Jujuy, Catamarca y La Rioja (Convicción Federal) distanciados de la conducción de Cristina Kirchner.
En ese sentido, señalaron que si bien nadie quiere romper, es posible “dividir para sumar”, o “buscar algún esquema que permita cierta flexibilidad para evitar un quiebre”. “Dividir no es siempre restar, también puede ampliar la representación, puede servir para contener a los diputados del interior que son refractarios a la conducción del kirchnerismo, por ejemplo”, sintetizaron.
El apoyo del camporismo y el massismo todavía no está asegurado. Por su parte, los intendentes enrolados en el Movimiento Derecho al Futuro presionan para romper definitivamente con la conducción de CFK. Nadie descarta que un quiebre en la provincia más importante del país pueda tener repercusión en el Congreso.
Las definiciones no se harán esperar demasiado. El peronismo está obligado a mantenerse unido formalmente para poder reclamar más lugares en las comisiones importantes. Sin embargo, la convivencia interna será puesta a prueba casi de inmediato, con el proyecto de Presupuesto 2026 y las reformas laborales y tributarias que anunció Milei para tratar en sesiones extraordinarias.

