11 de junio de 2025
Del examen médico a la terraza pintada, las pistas e inconsistencias que complican al acusado de balear a su pareja

Sucedió en La Tablada. El sospechoso sostuvo que él y su pareja fueron atacados por asaltantes, aunque la falta de señales de ingreso violento y otros elementos recolectados por los investigadores pusieron en duda su versión
La víctima permanece internada en el Hospital Ballestrini con dos heridas de arma de fuego: una en la oreja y otra en la región del omóplato. El impacto emocional del hecho, las manchas de sangre en el dormitorio, el pasillo y el baño, y el contexto de violencia en el hogar comenzaron a ser analizados por los investigadores.
De acuerdo a lo que trascendió inicialmente, la pareja había salido a cenar la noche anterior y miró el partido de la Selección argentina frente a Chile. Fideli publicó en su estado de WhatsApp a las 21:43: “Cenando con mi amor. Previo al partido. Te amo”, acompañado de una fotografía junto a la mujer. Luego, al parecer, habrían ido a una fiesta.En su primera versión, Fideli relató que esa madrugada había regresado con su pareja de una fiesta, alrededor de las 6. Dijo que ambos se habían acostado a dormir y que, cerca de las 8, escuchó ruidos en el balcón del departamento ubicado en el primer piso. Según declaró, al acercarse fue sorprendido por dos hombres con capuchas y guantes negros. Uno de ellos, armado, le habría pegado un golpe en la nuca que lo dejó inconsciente.La supuesta pérdida de conocimiento fue el primer elemento que encendió las alertas. A pedido del fiscal, se realizó un examen médico al imputado que arrojó resultados contradictorios con su testimonio.“Según surge del examen médico realizado, no existe ningún indicio físico, anatómico y fisiológico para afirmar que tuvo traumatismo alguno. Por el contrario, se ve absoluta normalidad en cráneo, extremidades inferiores y superiores y tronco”, concluyó el informe, al que accedió Infobae por fuentes ligadas a la investigación.Tampoco presentaba pupilas asincrónicas, algo esperable en caso de haber sufrido una conmoción.Mientras se desarrollaban las tareas en la vivienda de la calle Argentina al 5400, los efectivos constataron que no había señales de ingreso forzado. Ni la puerta ni las ventanas estaban dañadas. El único punto de acceso alternativo era el balcón, que daba a una propiedad lindera. Pero esa terraza había sido pintada dos días antes y no había huellas de pisadas o marcas que evidenciaran tránsito reciente.Otro elemento que llamó la atención fue el contenido del llamado al 911. Aunque el acusado sostuvo que había estado inconsciente y que al despertar encontró a su esposa herida, durante la comunicación con la operadora ya sabía que la mujer tenía “dos tiros en la cabeza”. Los investigadores se preguntaron cómo pudo dar esa precisión -que al cabo fue incorrecta- si había perdido el conocimiento.
El hallazgo fue informado de inmediato a la fiscalía. Personal de la DDI La Matanza, junto a Policía Científica, se trasladó al lugar y secuestró los elementos para su análisis. El arma estaba escondida debajo de la cocina.
Todas estas cuestiones hicieron que el fiscal recaratulara el hecho -inicialmente abordado como un caso de robo- y la detención inmediata del acusado. También ordenó una serie de pericias complementarias, como un dermotest para detectar restos de pólvora y testimoniales al personal que intervino en las primeras diligencias.