24 de abril de 2025
El sobrino del papa Francisco no tenía dinero para viajar a despedir a su tío, pero le consiguieron los pasajes y estará en el último adiós

Mauro Bergoglio había contado en un par de entrevistas televisivas que quería ir a despedir al sumo pontífice, pero no tenía los medios para hacerlo. Finalmente una agencia de viajes le dio los tickets para que pueda estar en la ceremonia que se realiza en el Vaticano
A pesar de la “cercanía” en medio de la distancia, el sobrino de Francisco explicó que la falta de dinero hacía imposible que algún integrante de la familia pudiera viajar al Vaticano para despedir las exequias del Santo Padre. “No podemos. Yo estoy viendo de ir, a ver si puedo viajar...”, señaló.
Gracias a sus apariciones televisivas, Novaresio contó hoy que los dueños de una agencia de turismo se conmovieron por la situación económica que confesó Mauro al aire, y decidieron obsequiarle dos pasajes para que él y un acompañante puedan despedir al papa Francisco.
Ante la consulta de Infobae, desde la compañía Corima Tours, ubicada en el barrio porteño de Palermo, confirmaron que la propietaria de la firma fue quien decidió regalarle los pasajes a Mauro.De esta manera, Mauro podrá darle el tan ansiado último adiós a su tío Jorge, el ex Arzobispo de Buenos Aires, con quien supo compartir momentos imborrables durante su infancia.
La ceremonia comenzará el 26 de abril de 2025 con la celebración de la Santa Misa Exequial en el atrio de la Basílica de San Pedro, a las 10:00 horas, en un acto solemne al que se espera que asistan miles de fieles.El cambio en el ritual no solo refleja un deseo de humildad, sino que también marca un giro en el enfoque de las exequias papales, como explicó el Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias, Diego Ravelli: “El rito renovado destaca que las exequias del Romano Pontífice son las de un pastor y discípulo de Cristo, y no de un poderoso de este mundo”.
La ceremonia estará estructurada en tres estaciones litúrgicas que representan momentos clave del rito. La primera estación, vinculada a la constatación de la muerte, se simplificó: en lugar de realizarse en la cámara del difunto como ocurría en el pasado, se llevó a cabo en la capilla privada del Papa, lo que marca el inicio de esta ceremonia reducida.Tras la Misa Exequial, el féretro de papa Francisco será trasladado desde la Basílica de San Pedro hacia la Basílica de Santa María Maggiore, donde se llevará a cabo la sepultura.
El evento marcará el fin de una larga tradición, ya que será la primera vez en 122 años que un Papa será sepultado fuera de las murallas vaticanas, rompiendo con una práctica histórica que había establecido que todos los papas descansaran en el Vaticano.
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