26 de febrero de 2025
Neuroscience Next 2025: qué son los astrocitos y cuál es su rol en el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas

La conferencia es organizada por la Alzheimer’s Association y cuenta con la coordinación de FLENI en Argentina. En el inicio de las exposiciones, el doctor Shane Liddelow, de la Universidad de Nueva York, mostró evidencia de cómo un grupo de lípidos producidos por estas células cerebrales pueden acelerar la muerte neuronal. Los alcances del hallazgo
El hallazgo central de la investigación de Liddelow fue la identificación de un conjunto de ácidos grasos saturados de cadena larga que, cuando son secretados por astrocitos reactivos, resultan altamente tóxicos para las neuronas. A través de análisis de lipidómica y transcriptómica, su laboratorio logró determinar que la enzima responsable de la producción de estos lípidos es la elongasa de ácidos grasos ELOVL1.
En experimentos con modelos animales, demostraron que la inhibición de esta enzima en astrocitos reactivos prevenía la muerte neuronal y mejoraba la función celular.Estos descubrimientos abren nuevas posibilidades para el desarrollo de tratamientos dirigidos a enfermedades neurodegenerativas. La inhibición de ELOVL1 podría convertirse en una estrategia efectiva para reducir el impacto de la neuroinflamación en el Alzheimer y otras patologías.
“Lo interesante es que no estamos hablando de una intervención específica para una sola enfermedad, sino de una estrategia que podría aplicarse a múltiples trastornos neurológicos”, añadió Liddelow.Si bien los hallazgos del equipo de la Universidad de Nueva York son prometedores, Liddelow enfatizó que todavía queda mucho trabajo por hacer antes de que estas estrategias puedan traducirse en terapias clínicas. Uno de los desafíos principales es desarrollar fármacos específicos que puedan inhibir la producción de los lípidos tóxicos sin afectar otras funciones celulares críticas. “No queremos interferir con la función normal de los astrocitos, solo con su respuesta patológica”, explicó.La charla de Liddelow concluyó con una reflexión sobre la importancia de la colaboración científica en un campo tan complejo como la neurociencia. “No podemos resolver estos problemas solos. Necesitamos compartir datos, muestras, modelos y conocimientos para avanzar realmente en la comprensión de estas enfermedades”, afirmó.
En este sentido, destacó la relevancia de eventos como Neuroscience Next 2025, que reúnen a investigadores de diversas disciplinas y niveles de experiencia para fomentar el intercambio de ideas.“Esta conferencia se propone como objetivo contribuir a la formación de los nuevos investigadores que serán responsables de la generación de conocimiento en los próximos años -analizó en diálogo con Infobae-. La enfermedad de Alzheimer y el envejecimiento en su conjunto es un tema crítico para la humanidad y necesitamos comprender mejor los mecanismos del deterioro cognitivo para poder revertirlo o eventualmente prevenirlo”.
La presentación de Liddelow en Neuroscience Next 2025 marcó un punto clave en la comprensión del papel de los astrocitos en enfermedades neurodegenerativas. Su trabajo reveló un mecanismo previamente desconocido de toxicidad neuronal, vinculado a la producción de lípidos específicos por astrocitos reactivos. La posibilidad de bloquear esta vía metabólica representa un avance significativo en la búsqueda de nuevas estrategias terapéuticas.
Si bien aún se requieren más estudios para trasladar estos hallazgos a la práctica clínica, el impacto potencial de esta investigación es indiscutible. La ciencia avanza gracias a la capacidad de conectar descubrimientos básicos con aplicaciones clínicas, y el trabajo de Liddelow es un ejemplo de cómo el estudio detallado de los mecanismos celulares puede allanar el camino para el desarrollo de nuevos tratamientos.
En un campo donde la necesidad de soluciones es urgente, las ideas presentadas por Liddelow ofrecen una nueva esperanza para la lucha contra las enfermedades neurodegenerativas. Como él mismo subrayó, “esto no se trata solo de ciencia, sino de mejorar vidas”.La realización de este congreso en Argentina no sólo es un reconocimiento a la solidez del país en neurociencias, sino también una oportunidad para fortalecer vínculos internacionales.