13 de diciembre de 2024
El día que descubrieron por casualidad el “oro negro” en Argentina: cómo fue el primer hallazgo de petróleo

El 13 de diciembre de 1907 encontraron el primer pozo petrolífero en Comodoro Rivadavia, Chubut, mientras buscaban agua. Detalles del Sistema Fauck, rudimentario pero eficaz para la época y el papel fundamental que cumplió Enrique Hermitte en el desarrollo de la industria
Ese primer hallazgo, a una profundidad de 539 metros, ocurrió el 13 de diciembre de 1907 en la provincia de Chubut y fue un evento fortuito durante una exploración en busca de agua potable en las inmediaciones del Cerro Chenque, hoy parte de la ciudad de Comodoro Rivadavia. Significó el inicio de la industria petrolera en Argentina y transformó a la ciudad en un polo de desarrollo económico. También dio origen a YPF (Yacimientos Petrolíferos Fiscales), fundada en 1922 como la primera empresa estatal de petróleo del mundo.
Argentina estaba por celebrar su primer centenario como nación independiente cuando la fiebre por el “oro negro” era global. Había iniciado en 1859, cuando Edwin L. Drake perforó el primer pozo de petróleo comercial en Titusville, Pensilvania, marcando el inicio de la industria petrolera moderna. Este recurso rápidamente se convirtió en esencial para la iluminación, la maquinaria y posteriormente los automóviles, impulsando la economía mundial.
En esos tiempos, la Patagonia Argentina era un territorio inhóspito, subrayado por los constantes vientos y la aridez extrema de sus suelos y Comodoro Rivadavia, en la provincia de Chubut, era un pueblo que apenas se desarrollaba. Pero, lo que más afectaba a los pocos pobladores era la escasez de un recurso indispensable, el agua potable. En este contexto, el gobierno nacional encargó exploraciones para encontrar agua subterránea en la región. Lo que nadie imaginó es que, al perforar el pozo número 2, la cuadrilla que trabajaba en ello encontraría algo mucho más valioso.
Antes, en 1903, los habitantes de Comodoro le habían solicitado al Estado que ejecutara una perforación en el suelo para buscar agua ya que ellos no podían tolerar más el tener que trasladarse unos cuantos kilómetros de distancia para transportarla. El que se hizo eco de ese reclamo fue el director del Departamento de Minas, Geología e Hidrología, Enrique Hermitte, quien desde su despacho en Buenos Aires le escribió una carta al ministro de Agricultura, Wenceslao Escalante, en la cual le aconsejaba comprar una máquina perforadora de origen austríaco, de Sistema Fauck: lo convence explicando que el problema del agua se resolvía si desde el Estado disponían medios “a la altura de las exigencias impuestas por la necesidad de nuestros territorios”, y le explicó que los gastos que ello ocasionara iban a ser “grandemente compensados por hallarnos en una sola región y por una sola máquina de yacimientos de agua, carbón o petróleo de importancia”.A los dos años de escribir esa carta, Hermitte ascendió en su cargo y quedó al frente de la flamante División de Minas, Geología e Hidrología, que tenía dos objetivos: ejecutar las exploraciones arqueológicas (especialmente de combustibles y fuentes minerales) y crear un mapa geológico o hidrológico del país.La Star 28, equipada para emplear el método Fauck, llegada de Austria en el mes de noviembre, logró perforar a 515 metros de profundidad, pero seguían sin encontrar agua. El equipo a cargo de las perforaciones e integrado por técnicos y operarios como José Fuks y Humberto Beguin siguió buscando aunque las esperanzas de encontrar agua se desvanecían.
El 13 de diciembre, cuando el pozo llegó a los 539 metros, sucedió lo inesperado: salió petróleo. Al principio, la cuadrilla no entendió la magnitud de lo que acababa de descubrir. El fluido oscuro que emergió no era agua contaminada, como supusieron en un inicio, sino petróleo crudo.Finalmente, Argentina se sumaba a la fiebre del petróleo —que etimológicamente, significa aceite de piedra y es un combustible fósil—, que como un hidrocarburo se utiliza principalmente para generar energía motriz, eléctrica y térmica. También es la materia prima de la industria del plástico e interviene en una infinidad de procesos industriales. Aunque ahora hay una migración hacia nuevas fuentes de energía, los hidrocarburos, como el petróleo, son la principal fuente de energía utilizada.
Tras el hallazgo, la región de Comodoro Rivadavia no contaba ni con la infraestructura ni con las condiciones adecuadas para explotar el petróleo. Las características geográficas de la zona, con fuertes vientos patagónicos y la corrosión causada por la sal del aire marino, dañaban los equipos. Eso se traducía en la pérdida de más de un tercio del petróleo a causa de la evaporación o filtraciones. En Buenos Aires, las operaciones que se realizaban en la Patagonia se veían por algunos sectores como una excentricidad. Pese a eso, el que comenzó como un experimento sentó las bases para la creación de una industria que cambiaría la historia del país: YPF.
En 1922, durante el gobierno de Hipólito Yrigoyen, nació Yacimientos Petrolíferos Fiscales, la primera empresa estatal petrolera del mundo. Bajo el liderazgo del general Enrique Mosconi, YPF transformó la explotación del petróleo en un motor de desarrollo nacional: se construyeron refinerías, se desarrolló infraestructura ferroviaria y se impulsaron políticas que promovieron la industrialización.Eso generó un impacto económico y social porque marcó el inicio de una era de crecimiento para Argentina: permitió reducir la dependencia de combustibles importados, impulsó la soberanía energética y la diversificación industrial. La explotación petrolera generó empleos directos e indirectos, no sólo en la perforación y refinación, sino también en el transporte, la construcción y los servicios asociados.
Hoy, más de un siglo después, Argentina sigue siendo un actor relevante en la producción de petróleo, con miles de pozos activos en todo el país y la región de Comodoro Rivadavia continúa siendo clave, pero el protagonismo lo comparte con yacimientos como los de Neuquén, donde se encuentra Sin embargo, la explotación petrolera también trajo desafíos significativos: la contaminación de suelos y aguas, las emisiones de gases de efecto invernadero y el impacto en los ecosistemas locales generan debates sobre la sostenibilidad de la industria. Además, las comunidades cercanas a los yacimientos expresan sus preocupaciones sobre los efectos ambientales y sociales que la actividad extractiva tiene y pueda tener a futuro.El ingeniero Enrique Hermitte desempeñó un papel clave en el desarrollo de la minería y la exploración geológica en Argentina, liderando la Dirección General de Minas e Hidrología desde 1904. A pesar de las limitaciones técnicas de aquellos años, impulsó como ningún otro la exploración de recursos minerales y energéticos, promoviendo con ello el desarrollo de un mapa geológico económico del país.Uno de los hitos más destacados de su gestión fue el descubrimiento de petróleo en Comodoro Rivadavia en 1907. Bajo su gestión, Argentina se modernizó con equipos modernos, contrató personal capacitado, como el ingeniero Pablo Nogués, quien trajo tecnologías avanzadas de perforación de Europa y Estados Unidos. Además, bajo sus pedidos se realizaron relevamientos geológicos en diversas regiones del país.
También amparó el rol del Estado, clave en la exploración, explotación y administración de recursos estratégicos. Su legado es inseparable a los grandes hitos nacionales como la creación de YPF, la nacionalización de los hidrocarburos, la recuperación de la empresa en 2012 y el desarrollo de Vaca Muerta.
El inesperado descubrimiento generó una disputa entre Humberto Beghin y José Fuchs, quienes reclamaron la autoría del hallazgo. Los dos protagonizaron enfrentamientos laborales y políticos, incluso, 22 años más tarde, solicitaron compensaciones económicas y tierras al Congreso Nacional.Desde el momento del descubrimiento, ambos tuvieron problemas de cartel y disputaron sobre quién merecía ser reconocido como el principal responsable del hallazgo. En 1915, Beghin inició un reclamo formal ante el Congreso, buscando reconocimiento y compensaciones económicas. Fuchs, por su parte, también presentó solicitudes para una jubilación anticipada, para la que argumentó su contribución clave como jefe de sondeo. Ambas figuras enfrentaron controversias en sus relatos y acusaciones de irregularidades en documentos que buscaban validar su protagonismo.
Unas investigaciones recientes dan cuenta de que ese debate no terminó con ellos: las familias de Beghin y Fuchs continuaron con reclamos durante décadas, argumentando el impacto histórico que ellos tuvieron en la exploración petrolera nacional.
Edelmira Inés Mórtola (1894-1973) quedó en la historia como la primera geóloga argentina y la primera mujer en obtener el título de Doctora en Ciencias Naturales con orientación en Geología en la Universidad de Buenos Aires.Durante su paso por la Dirección General de Minas, participó en investigaciones que resultaron clave para el desarrollo de la industria petrolera en Argentina. Su trabajo incluyó estudios en mineralogía y petrografía, fundamentales para la exploración y explotación de recursos minerales y energéticos. Además, su colaboración con Hermitte impulsó avances significativos en la aplicación de la geología al sector petrolero.