18 de agosto de 2025
Evo Morales acusó al gobierno de Luis Arce de planear un fraude electoral en Bolivia

El ex presidente, enfrentado con el actual mandatario y promotor del voto nulo en los comicios de este domingo, dijo que la intención del Ejecutivo “es hacer ganar a Eduardo del Castillo”, candidato del MAS, “con fraude”
El líder cocalero volvió a denunciar una persecución política y judicial en su contra y aseguró que no existe ningún acuerdo con partidos ni candidatos, ya que su llamado al voto nulo responde a la ausencia de una opción que represente al pueblo boliviano.
“Hasta hace dos semanas habían posibilidades pero hubo amedrentamiento, amenaza y persecución”, dijo el ex mandatario respecto a supuestos acuerdos con otras agrupaciones políticas para que él sea candidato.La situación personal del ex presidente Morales añade tensión al proceso electoral de este domingo. Desde octubre de 2024, permanece atrincherado en el Trópico de Cochabamba, rodeado de seguidores que buscan impedir la ejecución de una orden de captura en su contra por un caso de trata agravada de personas.
El ex mandatario, de 65 años, enfrenta acusaciones judiciales por supuestamente haber embarazado a una menor durante su presidencia. Aunque no ha negado la relación ni la existencia de un hijo, Morales sostiene que los cargos tienen motivaciones políticas. Su defensa se apoya en la declaración judicial de la joven implicada, quien, ya en la veintena, afirmó no haber sido víctima, argumento que Morales resume en la frase: “Si no hay víctima, no hay delito”.El distanciamiento entre Morales y el actual presidente, Luis Arce, ha profundizado la fractura interna en el Movimiento al Socialismo (MAS). Morales renunció a su militancia en el partido a finales de 2021, tras perder el liderazgo que ostentó durante casi tres décadas. Una inhabilitación constitucional lo dejó fuera de la carrera presidencial, y su intento de inscribirse con otro partido fracasó por falta de personería jurídica ante el Tribunal Supremo Electoral (TSE). Esta división ha debilitado al MAS y abierto la posibilidad de que la derecha retome el poder por primera vez desde 2006.Morales también dirigió críticas a los principales candidatos de la oposición, Samuel Doria Medina y Jorge “Tuto” Quiroga, a quienes calificó de “eternos perdedores” por sus derrotas en anteriores contiendas presidenciales. El exmandatario cuestionó la legitimidad del proceso electoral, al considerar que se desarrolla sin la participación de los movimientos indígenas y populares que, en su opinión, le daban sustento.
A pesar de su aislamiento, Morales mantiene una presencia activa en la vida política y mediática del país. Desde su refugio en Lauca Ñ, en la región de Chapare, organiza actividades, conduce un programa radial y se rodea de militantes que resguardan su enclave. El contraste con su etapa como presidente, cuando su figura dominaba la escena pública, es notorio: ahora, su rutina transcurre entre controles y caminos montañosos, lejos de la exposición de antaño.En tanto, la jornada electoral de este domingo se desarrolla en un contexto de crisis política y económica. Más de 7.567.207 bolivianos están habilitados para elegir presidente, vicepresidente y parlamentarios, mientras que otros 369.308 ciudadanos pueden votar en el exterior. El país enfrenta una aguda escasez de dólares, falta de combustible y la inflación más alta en décadas, factores que han marcado el escenario de estos comicios.