5 de agosto de 2025
Secretos del acuerdo contra reloj entre LLA y el PRO en CABA: las razones de Mauricio Macri para aceptar la última oferta

El ex presidente aprobó ayer la “posición dominante” del Gobierno y se mencionan dirigentes cercanos como potenciales candidatos. Las otras opciones. El pedido de Bullrich y el plan de los gobernadores
El fin de semana, desde el PRO se activaron en paralelo conversaciones con otros sectores por si las tratativas de Ezequiel Sabor -colaboró, en el inicio, Cristian Ritondo-, al frente de las negociaciones con Pilar Ramírez, la delegada libertaria que responde a la hermana presidencial, naufragaban en el camino. Experimentado, Sabor, con terminales en los dos Macri y buen vínculo con Daniel Angelici, fue fundamental para la sanción del presupuesto a través de gestiones eficaces en la Legislatura. Se abrió el fin de semana una instancia de diálogo con la Coalición Cívica, con el radicalismo y con Ricardo López Murphy, y se analizó la opción de recrear otra vez la coalición de partidos que llevó a Macri a la Presidencia en el 2015 y a su primo a la Jefatura de Gobierno porteña en el 2023, hasta que Milei alcanzó ese año el balotaje, el PRO se dividió y esa alianza multipartidaria explotó por los aires.
El expresidente hizo cuentas. Anoche, en su entorno analizaban que aceptar dos lugares “entrables” en la lista de diputados, sin ninguna posibilidad de negociar las postulaciones al Senado, reservadas para candidatos del Gobierno, era un negocio mucho más rentable que reeditar Juntos por el Cambio o, peor aún, armar listas en soledad desde el PRO y levantar una cosecha legislativa mucho menos redituable.
Anoche, en despachos macristas, se empezaron a mencionar, en simultáneo, los nombres de algunos dirigentes como potenciales postulantes, convencidos de que, como trascendió, la lista del frente LLA estaría encabezada por una mujer, por lo cual, según el orden, le correspondería al PRO el cupo masculino. Sonó, con insistencia, Fernando de Andreis, muy cercano al ex presidente y con despacho en la sede de Uspallata, que incluso ocupó ayer por la tarde. También corrió el nombre de Darío Nieto, legislador porteño y electo nuevamente en mayo que, de confirmarse, le resolvería una demanda a “El Tano” Angelici -coadministrador de la capital-, que espera por alguna baja para conseguir un lugar para algunos de sus candidatos que, por la pésima performance de mayo, quedaron fuera de juego.
De confirmarse el acuerdo -aún restaba resolverse la letra chica, los detalles finales y el visto bueno de todas las partes-, el Gobierno comenzaba por estas horas a terminar de absorberse al PRO en el afán de los hermanos Milei por instalar de manera definitiva al sello La Libertad Avanza como única oferta del electorado de la derecha y la centroderecha. Con el acuerdo sellado en la provincia de Buenos Aires para las elecciones provinciales del 7 de septiembre, negociaciones muy avanzadas en Entre Ríos, un nuevo frente con otro signo en Chubut y la alianza bonaerense para la elección de octubre también casi lista, el PRO empezaba anoche a despedirse de su identidad tal cual se lo conoció hasta ahora. “Habrá que encontrar ahora una buena narrativa para explicar el acuerdo y la etapa que se viene”, sintetizó un dirigente amarillo. ¿Puede el PRO convertirse después de octubre en un aliado minoritario del gobierno como lo fue la UCR durante la gestión de Cambiemos? Dependerá de varios factores, pero antes que nada de las ganas de LLA para que así sea.Ayer, en una visita a Córdoba, Bullrich se refirió además a la nueva liga de gobernadores que la semana hicieron su presentación en sociedad, bajo el slogan de “Grito federal”, y que compartirían en octubre listas conjuntas en esas provincias en un intento por revitalizar una opción moderada que tuvo escasa demanda en las últimas elecciones. “Dicen que son del medio, pero ahí hay uno peronista, un kirchnerista, un radical, uno del PRO. ¿Dónde están los del medio? Es un kirchnerismo de baja intensidad, una especie de kirchnerismo suplente”, dijo, irónica, la ministra.
“Las experiencias pasadas fracasaron porque eran un rejunte electoral. Ahora hay una visión federal y productiva”, explicaron ayer cerca de uno de esos gobernadores. Dicen que ya no hay consultores a cargo de la estrategia electoral y el armado político, como en otros intentos recientes de centro. Ese trabajo, dicen, está ahora a cargo de Sebastián García de Luca, ex viceministro del Interior de Cambiemos, otro dirigente del viejo PRO ilusionado con dar vuelta la página.