29 de julio de 2025
Caen la soja y el maíz en Chicago tras la baja de retenciones que anunció Milei

La medida, anunciada el sábado por el Presidente argentino, busca mejorar la competitividad agrícola y tuvo un impacto inmediato en los precios internacionales de los principales granos en medio de la expectativa por mayor oferta
Argus Media señaló que los precios en Estados Unidos continúan bajo presión, principalmente por las sólidas perspectivas de producción tanto en ese país como en Brasil y Argentina. El mercado anticipa un superávit de oferta, lo que reduce los riesgos climáticos y asegura un abastecimiento cómodo para los compradores internacionales. En este contexto, la decisión argentina refuerza la tendencia bajista de los precios y obliga a los productores de otros países a ajustar sus estrategias de venta.
La reducción de impuestos a la exportación responde a una situación crítica para el sector agropecuario argentino. Según ONE 618, los modelos de producción agrícola, especialmente aquellos que operan sobre tierras arrendadas, han dejado de ser rentables debido a la combinación de precios internacionales bajos y la apreciación del tipo de cambio real desde principios de 2024. Históricamente, la agricultura argentina ha operado con márgenes de ganancia muy ajustados, en torno al 4-5% sin apalancamiento, pero en la actualidad esos márgenes se han reducido a cero o incluso se han tornado negativos en los esquemas de arrendamiento.En este escenario, la baja de impuestos busca evitar una contracción de la superficie sembrada y estimular la inversión en tecnología y modernización, con especial énfasis en los pequeños y medianos productores.
La decisión del gobierno argentino tiene también una clara dimensión política. Las provincias agrícolas, como Córdoba y Santa Fe, constituyen un núcleo electoral fundamental. Según ONE 618, el gobierno optó por dirigirse directamente a los votantes de estas regiones, ofreciendo una reducción tangible de impuestos en lugar de negociar políticamente de manera tradicional. Esta estrategia permitió a Milei evitar un posible rechazo público en la exposición de la Sociedad Rural, donde finalmente recibió un fuerte respaldo tras el anuncio.ONE 618 estima que el costo anual de la reducción de impuestos ronda los 600 millones de dólares, equivalentes al 0,1% del Producto Interno Bruto (PIB). Esta cifra es considerablemente menor que el costo potencial de otras políticas en discusión, como el aumento de las pensiones, que podría alcanzar el 0,75% del PIB. Además, el efecto fiscal de la baja de impuestos se verá reflejado principalmente en 2026, ya que la mayor parte de la cosecha de este año ya se ha comercializado. En contraste, las medidas sobre pensiones tendrían un impacto inmediato y permanente en el gasto público.
El Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) subrayó que el costo fiscal concreto depende de cuánto aumente la producción y el saldo exportable. Si la base imponible crece en una proporción similar a la reducción de la alícuota, el impacto fiscal podría ser nulo. Además, la baja de impuestos puede traducirse en mayores ingresos por el impuesto a las ganancias y tributos provinciales, debido al aumento de la rentabilidad y la facturación de los productores.La reducción de los derechos de exportación a la soja implica también un cambio en la estructura del federalismo fiscal argentino. Al disminuir el aporte de las provincias productoras, se reduce el residuo fiscal positivo de estas regiones, lo que modifica la actual distribución de recursos entre la Nación y las provincias. Este aspecto, según Iaraf, debe ser considerado en el análisis de los efectos de la medida sobre el equilibrio fiscal y la relación entre los distintos niveles de gobierno.